[Yellow Submarine, Francois Casimir Carbonnier]
“… el sexo femenino, sexo en este país, desgraciado, y expuesto a la miseria y desnudez, a los horrores del hambre y estragos de las enfermedades que de ella se originan, expuesta a la prostitución de donde resultan tantos males a la sociedad, tanto por servir de impedimento al matrimonio como por los funestos efectos con que castiga la naturaleza este vicio: expuesto a tener que andar mendigando de puerta en puerta un pedazo de pan para su sustento". M.B.
[Emeric Essex Vidal, Francois Casimir Carbonnier]
Tomas de Anchorena le diría a Juan Manuel de Rosas en una carta, aclarando que no le molestaba en sí la idea de la monarquía constitucional, pero sí que se coronara a “un monarca de la casta de los chocolates, cuya persona, si existía, probablemente tendríamos que sacarla borracha y cubierta de andrajos de alguna chichería para colocarla en un elevado trono”.
[Leonardo Da Vinci, Francois Casimir Carbonnier]
«La providencial aparición de una enorme bandada de langostas, que se abatieron sobre los pajonales, confundió a los soldados y oscureció la visión, acabando de descomponer el frente. Las versiones tradicionales refieren que fue tal la confusión sembrada por aquel enjambre de langostas que hizo parecer a los ojos de las fuerzas españoles, un número muy superior de tropas patriotas, lo que habría provocado su retirada en la confusión». Crónica del relato del triunfo en la Batalla de Tucumán en 1812.
El día en que falleció Manuel Belgrano, Buenos Aires tuvo tres gobernadores distintos. A nadie le importó su muerte, solo un periódico lo mencionó, "El Despertador Teofilantrópico Místico Político". Nadie asistió al funeral. Extraña la historia Argentina.
Durante la exhumación de sus restos en 1902, dos integrantes de la comisión de custodia, el ministro Joaquín V. González y el coronel Pablo Richieri en un descuido se guardaron un diente cada uno. En los medios se dijo sobre el ultraje, los restos “no son del gobierno, sino del pueblo entero de la república, y ningún funcionario, por más elevado o irresponsable que se crea, puede profanarlos”, “que devuelvan los dientes al patriota que menos comió en su gloriosa vida con los dineros de la nación”. El diario La Prensa argumentó: “Vemos en esto un silencio criollo, una tolerancia indisculpable, que tiene su razón de ser en actos semejantes con que han tratado de acostumbrarnos nuestros funcionarios”, ambos del gobierno del Presidente Roca.
Realizado en Londres en 1815 por el artista francés Francois Casimir Carbonnier (atribuido) para quien posó Belgrano durante su misión diplomática en la capital inglesa. El cuadro actualmente se conserva en el Museo Municipal de Artes Plásticas Dámaso Arce de Olavarría.