El Museo Bedřich Smetana visto desde una de las joyas del arte gótico de Praga, el viejo puente medieval sobre el río Moldava, el Charles Bridge. Cuenta la leyenda que para dar mayor resistencia a la estructura se emplearon yemas de huevo para preparar la argamasa que unió las piedras.
Iglesia de Nuestra Señora del Týn, monumento gótico desde el siglo XIV en la plaza del barrio viejo de Praga.
La casa en la que vivió Kafka con sus padres entre 1889 y 1896, construida a comienzos del siglo XVI, una típica casa del renacimiento checo, se salvó de la demolición a comienzos del XX. Las decoraciones cuentan episodios bíblicos y de la vida de los Hasburgo, fue también lugar de la farmacia y de venta de tabaco, se la conoce como "the house at the minute".
El reloj del ayuntamiento judío de Praga enfrente de los techos de la sinagoga más antigua de Europa, la Staronová o "nueva-vieja", en el barrio judío Josejov. En el altillo clausurado de la Staronova se dice que se guarda escondido al Golem, el gigante de barro y arcilla creado por el rabino Loew para proteger al pueblo.
El viejo cementerio judío de Praga, fundado a fines del mil cuatrocientos, son unas doce mil lápidas que representan solo una parte de la cantidad de cuerpos que se enterraron. Por diversas cuestiones debieron enterrar sobre los enterrados y se calcula que son unos doce niveles. Las lápidas son desde simples estelas de formas triangulares o semicirculares según el estilo gótico hasta las arquitectónicas renacentistas. Muchísimas están decoradas con inscripciones, que hablan de los muertos, sus nombres y epitafios, y símbolos de animales que representan a distintas tribus de Israel.